De los ajustes antirrescate de Rajoy al gasto sin freno de Sánchez
El Ejecutivo del PP se vio obligado a hacer el mayor recorte en partidas presupuestarias de la democracia, mientras que el Gobierno de PSOE-Unidas Podemos prevé hacer todo lo contrario

Los Presupuestos General del Estado (PGE) de Pedro Sánchez ya están en el Congreso de los Diputados. Unas cuentas en plena pandemia que, de aprobarse, serían las primeras en diez años en llevar una firma distinta de la de Cristóbal Montoro. Sin embargo, el «modus ... operandi» para reflotar España del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos es muy distinto al del proyecto que presentó Rajoy en sus primeros Presupuestos de 2012 . Mientras uno se vio obligado a realizar el mayor ajuste de gastos de la democracia, el otro apunta a desbocarlo, utilizando para ello la deuda pública, los fondos europeos y las subidas impositivas.
Hace ocho años, el PP asumió la ardua tarea de hacer frente a una crisis financiera tras ganar las elecciones a finales de 2011. El país venía de hundirse un 3,8% en 2009, de sumar un 0,2% en 2010 y de volver a caer un 0,8% en 2011. La herencia recibida de José Luis Rodríguez Zapatero no podía ser más negra . A todo ello había que sumar un déficit en 2009 del 11,3%, del 9,5% en 2010 y del 9,7% en 2012. Desde el principio, Rajoy fue claro con lo que venía por delante: i ba a ser necesario que todos se apretaran el cinturón para encarar la recuperación. Ajustes en los gastos y subidas de impuestos; una política de austeridad impuesta por Bruselas, para evitar el rescate de nuestro país.
Las primeras cuentas de Rajoy no fueron fáciles de vender. El ajuste en los Presupuestos fue de 27.300 millones de euros, que salían, entre otros, de la suma entre recortar gastos y aumentar ingresos vía impuestos. En este sentido, la disminución de la partida consolidada de lo primero, técnicamente, era de alrededor de 3.840 millones de euros (1,3%); el incremento que se auguraba para lo segundo era de 12.300 millones; y el resto, de tocar las transferencias a las regiones. En términos concretos de gasto social la reducción fue de 7.900 millones, un 4,3% menos.
El recorte medio en las partidas para cada ministerio ascendía al 16,9%, hasta quedar en 65.803 millones de euros. Fomento se llevó una de las peores partes con un ajuste de 34,6% , así como Exteriores (54,4%) e Industria (34,4%). Educación, Empleo y Sanidad también sufrieron disminuciones. Había que contener el desembolso como fuera, y la amenaza de intervención de Bruselas planeaba con demasiado peligr o . «Estamos ante un ajuste duro, muy duro, que significa renunciar a muchas partidas de gasto, pero es necesario para España», dijo Montoro.
El recorte medio en las partidas de cada ministerio fue del 16,9% con Rajoy
En materia tributaria, Rajoy no se escondió. Sabedor de que había prometido antes de llegar a La Moncloa que iba a bajar los impuestos, tuvo que comunicar una subida de los mismos en sus primeras cuentas: IRPF y Sociedades, principalmente, pero también tocó el IBI y el impuesto al tabaco. También cabe recordar que ese año se aprobó la polémica amnistía fiscal para aflorar dinero oculto, y que con el tiempo tumbó el Tribunal Constitucional. Con esta última medida se esperaba recaudar 2.500 millones, pero no llegó ni a la mitad (1.200 millones).
Meses después de presentar esos Presupuestos antirrescate, Rajoy también anunció una subida del IVA: el tipo general pasaba del 18% al 21% y el reducido del 8% al 10%. Y también eliminó la paga de Navidad de los funcionarios. Esto ocurrió apenas unos días después de haber asistido a una cumbre europea, con el rescate bancario muy fresco. La Comisión Europea exigía cesiones; dar y recibir. Así fue, para evitar la intervención de la economía.
Hasta aquí las primeras cuentas de Rajoy. Controvertidas y con muchas peticiones de esfuerzo para la población, aunque necesarias, como decía Montoro . Sánchez, aunque se trata de una crisis totalmente distinta y la posición de Bruselas ha variado radicalmente frente a 2008 sobre las recetas para salir de la recesión, ha optado por la fórmula de expander el gasto al máximo para intentar recuperar la economía, además de subir también los impuestos.
El gasto, disparado
Bajo el mantra de hacer « que los que más tengan más paguen», el Ejecutivo ha preparado una batería de subidas fiscales que afectarán a grandes empresas, patrimonios y rentas altas. Las nuevas cuentas incluirán una subida de tres puntos para las rentas de más de 200.000 euros, pasando el tipo del 23% al 26%, y en dos puntos para las rentas del trabajo de más de 300.000 euros, donde el tipo sube del 45% al 47%. Hacienda espera recaudar 491 millones de euros adicionales con estas subidas, que afectarán a 36.194 contribuyentes.
Otro de los impuestos que quedan afectados por estos Presupuestos es el de Patrimonio, que pasa del 2,5% al 3,5%. Además, se modifican las reducciones en el IRPF por aportaciones a planes de pensiones y se modifica el IVA de las bebidas azucaradas. En total, el Gobierno pretende recaudar 1.862 millones de euros por los cambios fiscales aprobados en estas cuentas. Una previsión que ha sido tildada de optimista por expertos y economistas, porque será complicado que en un contexto como el actual de reducción del PIB la recaudación crezca, como pretende Hacienda. Asimismo, el caos está servido a costa del impuesto al diésel, que parece que ayer quedó en el aire tras un pacto de La Moncloa con Ciudadanos para retirarlo, aunque en el Ministerio de Hacienda no se dieron por enterados.
Si la partida de ingresos parece irreal, el lado del gasto resulta histórico. Porque el Gobierno de Pedro Sánchez ha recogido en las cuentas un gasto consolidado de 456.073 millones de euros, lo que supone un 20,1% más, contando ya los fondos europeos. El gasto social se disparará un 10,3%. Tal y como destacó ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la intención es «no dejar absolutamente a nadie atrás». Así, se suben sueldo de funcionarios y pensiones un 0,9%, las no contributivas un 1,8% y el Iprem un 5%. Solo las subidas a funcionarios y pensionistas tendrán un coste de casi 3.000 millones.
En las cuentas se recoge que sube el gasto en pensiones (163.297 millones, +3,2%); Sanidad (5.088 millones, +151,4%); Educación (4.893 millones, +70,2%), con récord en becas; Cultura (1.148 millones, +25,6%); desempleo (25.012 millones, +20,1%), fomento del empleo (7.405 millones, +29,5%); infraestructuras (11.527 millones, +114,8%); Vivienda (2.253 millones, +367,9%); Agricultura, Pesca y Alimentación (8.405 millones, +10,2%); Industria y Energía (11.166 millones, +103,9%); Comercio, Turismo y Pymes (2.230 millones, +150%); o I+D+i (11.483 millones, +80,1%).
Pese a ello, María Jesús Montero señaló que se continúa con la « responsabilidad » fiscal y ya se reducirá en 2021 el déficit del 11,3% al 7,7% del PIB. Todo ello a la espera de un plan de consolidación fiscal para meter en cintura tanto el déficit como la deuda públicos, tal como exige el Banco de España.
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